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martes, 26 de julio de 2011

Cáncer de pulmón en mujeres: estadísticas que advierten

La cantidad de muertes por cáncer de pulmón en la mujer pasó de 4,56 casos (cada 100.000 habitantes) en 1990 a 9,75 casos en 2008. En esos 18 años, la mortalidad del cáncer de pulmón en la mujer aumentó un 114%; mientras en el hombre descendió un 21%. El consumo de tabaco causa el 90% de este tipo de cáncer.


En una entrevista al doctor Winston Abascal publicada por Uruguay en Tratamiento el lunes 13 de junio, el director del Programa Nacional para el Control del Tabaco expresaba su preocupación por el aumento de esta enfermedad en la mujer. En Uruguay “hace 30 o 40 años el cáncer de pulmón en las mujeres era bastante raro, era difícil que una mujer lo tuviera, pero ahora ya no es tan así.”


El doctor Enrique Barrios, coordinador del Programa de Vigilancia Epidemiológica del Registro Nacional del Cáncer, indicó que, mientras que la mortalidad por cáncer de pulmón en hombres viene descendiendo un 1,2% por año, las muertes por este tipo de cáncer en mujeres están aumentando a un 3,1% anual, lo que calificó como un “aumento dramático”. Mientras en 1990 se murieron 117 mujeres por cáncer de pulmón, en 2008 las muertes llegaron a 263, más del doble. “El cáncer de pulmón está como tercera causa de muerte por cáncer en mujeres, después del cáncer de mama y del colo-recto, mientras, en el quinquenio de 1989 a 1993, estaba quinto. Viene aumentando vertiginosamente”, explicó Barrios.


Bibiana Sologaistoa, licenciada en comunicación e integrante del área de Educación Poblacional de la Comisión Honoraria de Lucha Contra el Cáncer, expresó que este aumento era “algo previsible, que se acompasa con la epidemia de tabaco alrededor del mundo”. Informó también que “en Estados Unidos las muertes por cáncer de pulmón ya superaron las muertes por cáncer de mama, y en Uruguay también va a ocurrir”. Enrique Barrios, confirmando esta proyección, expresó: “en Estados Unidos, a finales de la década de los ochenta, la primera causa de muerte por cáncer en la mujer pasó a ser el pulmón por sobre la mama. Aquí todavía no es así, la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres es aún el cáncer de mama, pero el cáncer de pulmón viene aumentando notoriamente”.


El País de Madrid publicó en octubre que, en España, “el cáncer de pulmón será el más mortal en mujeres en 2020”. Difundió también que, entre 1990 y 2007, “la mortalidad por cáncer de pulmón en hombres descendió un 19% en la UE, y un 4% en España. En cambio, entre mujeres se incrementó un 39% en la UE; una tasa que España duplica, y llega al 73%”.


Para el doctor Barrios la causa de estos números está muy clara y se refiere a los cambios culturales sobre el consumo del tabaco, debido a que “más del 90% de los cánceres de pulmón son tabacodependientes”. Este vínculo fue descubierto a mediados del siglo XX a través de estudios realizados por médicos británicos. “Los primeros descubrimientos de que el tabaco se vincula al cáncer de pulmón son un mito en la historia de la epidemiología del cáncer”, enfatizó Barrios y, a su vez, destacó una situación paradojal: “en la misma prestigiosa revista, The Journal of the American Medical Association, en la que se publicó el artículo de Doll y Hill, dos de los investigadores británicos que descubrieron el vínculo entre cáncer y tabaco, aparecen avisos de Philip Morris”.


Acorde a la Comisión Honoraria de Lucha Contra el Cáncer (de acuerdo al Cancer Prevention Study 2), una caja de cigarrillos por día, por 30 años, aumenta el riesgo de morir por cáncer de pulmón en las mujeres de 14 a 20 veces. A su vez, el riesgo se duplica luego de 40 años de consumo.


Barrios trazó un panorama histórico mundial sobre el consumo de tabaco y su relación con el cáncer de pulmón. Explicó que el hombre comenzó a fumar durante las primeras décadas del siglo XX, y, debido a eso, los casos de cáncer de pulmón empezaron a aumentar a partir, aproximadamente, de los años 30. Por otro lado, la mujer comenzó a fumar mucho más tardíamente. Así lo explicó también Winston Abascal, quien expresó que “la mujer se incorporó en las últimas décadas al mercado laboral, y en las últimas décadas es que la mujer ha empezado a reivindicar su nuevo rol en la sociedad. La industria tabacalera, ante esto, trabajó mucho en su marketing y su publicidad para captar a las mujeres, y a las mujeres jóvenes fundamentalmente”.


Debido a esto, por haber comenzado antes y gracias a los descubrimientos que vincularon al cáncer con el consumo de tabaco, el hombre empezó, paulatinamente, a dejar de fumar antes que la mujer. A su vez, según informó Barrios, “los hombres han respondido con más facilidad que las mujeres a las campañas antitabaquismo, cosa que es una sorpresa, porque en general las mujeres responden mejor en otros aspectos sanitarios a la adquisición de hábitos de cuidado personal y de atención de su salud. Pero, en esto estamos notando que no desciende en las mujeres como desciende en los hombres. Es un aspecto conductual, se ven en la calle más mujeres fumando que hombres”.


Debido a esta situación que ha traído como consecuencia que, mientras las muertes por cáncer de pulmón en los hombres descienden a buen ritmo, en las mujeres aumentan aceleradamente, según Enrique Barrios son necesarias campañas que apunten específicamente al peligro de esta enfermedad en las mujeres. “Está medido, los grupos que trabajan muy bien sobre tabaquismo están notando que se resiste a descender en el sexo femenino. Y ahí va a haber que estudiar bien y hacer campañas específicas dirigidas a la mujer”. Mientras Bibiana Sologaistoa describió la situación como “sumamente preocupante”, Winston Abascal expresó que las cifras sobre cáncer de pulmón en la mujer “es información que la gente debe conocer”.


Para Enrique Barrios, lo más preocupante es que esté plenamente identificado el tabaquismo como la gran causa del cáncer de pulmón e igualmente no se pueda hacer desistir de él. “Aquí el asunto clave es que existen dos tipos de prevención, la prevención primaria, que es la evitación del agente de riesgo; y la prevención secundaria que es la detección temprana. En cánceres como la mama, próstata y el colo-recto, lo que vale fundamentalmente es la detección precoz. El cáncer de pulmón es muy difícil de detectar precozmente, pero sabemos que más del 90% son producidos por tabaco. La manera de resolverlo y la más barata es la prevención primaria”.


El cáncer de pulmón es, junto con el de esófago y el de páncreas, uno de los más mortales. Tiene una sobrevida muy baja, solamente el 16% de los afectados con cáncer de pulmón sobreviven cinco años. Es muy difícil de detectar precozmente porque los síntomas (tos, dificultad para respirar, expectoración con sangre) son tardíos, y, cuando se detecta, suele estar en etapas avanzadas. “Es un cáncer silencioso que evoluciona mucho tiempo con poca sintomatología”, explicó Barrios.